Con la misma dinámica de entradas anteriores vamos a continuar analizando un nuevo edificio, en este caso, el Centro de Arte Contemporáneo “La Conservera”. Un espacio dedicado al arte contemporáneo situado en Ceutí (Murcia) que nace con la vocación de convertirse en punto de encuentro del arte internacional. El centro toma su nombre del antiguo uso del edificio como fábrica de conservas. Diseñado por los arquitectos Fernando de Retes y Enrique Nieto.
En este caso, vamos a apoyarnos en los escritos de JoaquínArnau, repartido en dos entradas.
En esta primera entrada:
En esta primera entrada:
- CUESTIONES RELATIVAS AL MITO (Reflexiones del lugar, contexto)
- CUESTIONES RELATIVAS AL RITO (USO, FUNCIÓN)
Y en la
siguiente entrada:
3. CUESTIONES RELATIVAS AL TIPO (MATERIALES, ESTRUCTURA)
4. CUESTIONES RELATIVAS AL RITMO
3. CUESTIONES RELATIVAS AL TIPO (MATERIALES, ESTRUCTURA)
4. CUESTIONES RELATIVAS AL RITMO
1. CUESTIONES RELATIVAS AL MITO. (Reflexiones
del lugar, CONTEXTO)
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¿Crea el
edificio ciudad? ¿Toma el edificio en consideración cuestiones relativas al
lugar?
Al mantener los espacios, las naves y los patios tal y como estaban, se mantiene una tradición que pertenecía a la imagen colectiva de un pueblo como Ceutí. De este modo, el edificio toma en consideración las huellas del pasado y sus señas de identidad.
Por otro lado, la importancia de los patios entre las salas de exposición es fundamental para integrar el conjunto en la trama urbana y dotarlo de un carácter de espacio público; se trata de lugares donde situaciones como fiestas, encuentros y las experiencias al aire libre pueden construir unos espacios más dinámicos de participación pública.
Una industria conservera tan grande como esta en un pueblo tan pequeño hizo que prácticamente toda la ciudadanía de Ceutí estuviese implicada en la gestación del edificio, convirtiéndose de este modo el conjunto en motor de cambio y actividad creadora de ciudad.
- ¿El edificio supone una crítica a su entorno?
El proyecto es un modelo basado en una estrategia de reciclaje: la recuperación y el empleo del paisaje y la ciudad como material de desecho. En cierta forma, la intención de recuperar tan enérgicamente un patrimonio industrial tan importante como el conservero, podría entenderse como una crítica al alto grado de "abandono" y "desecho" que las antiguas construcciones han alcanzado con el tiempo.
Sin embargo, entendemos que más allá de suponer una crítica a su entorno, el objetivo es totalmente opuesto: crear una imagen reconocible valiéndose precisamente de la huella del patrimonio arqueológico industrial, ensalzando así su valor olvidado y reactivando la memoria ciudadana.
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¿Cómo
responde el edifico a la geometría del solar?
El edificio continúa colonizando los espacios ya ocupados por las antiguas naves conserveras, por lo cual la adecuación a la geometría del solar es más estricta en los casos de las antiguas construcciones, basadas en volúmenes más precisos que se insertan alineándose las fachadas con las dos calles circundantes. No obstante, la incorporación de dos nuevos volúmenes ovalados de nueva construcción, como tipología exenta, contrasta con lo anterior.
Da la sensación de que la estrategia de adición de nuevos usos al antiguo programa está basada en una ocupación de los espacios intersticiales que han quedado libres para favorecer el intercambio de flujos humanos entre dichos volúmenes.
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¿Pretende
el edificio convertirse en símbolo o hito?
En cuanto a la cuestión de hito, el conjunto pone de relieve la intención de generar una nueva escala de actuación, protegiendo la identidad de las cuatro chimeneas que ya formaban parte del paisaje anterior, siendo altamente reconocibles para la ciudad. La pervivencia de estos elementos formalmente tan claros permite entender el proyecto como un juego de masas y volúmenes que en un momento dado se juntan, dejando lugar para los huecos de los patios.
Es importante resaltar que este salto de escala fue respaldado por el ayuntamiento, en un claro interés por convertir el lugar en un equipamiento de fuerte impacto social, que compitiese con otros museos de arte contemporáneo, haciendo de Ceutí una referencia internacional.
2. CUESTIONES RELATIVAS AL RITO. (Uso y
función)
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¿El
edificio es necesario, es útil?
El programa e intenciones del proyecto son la reactivación del edificio y la repercusión en el contexto urbano.
La Conservera es un centro de exposiciones temporales que debe su nombre al antiguo uso del edificio como fábrica de conservas. Aunque previamente la antigua fábrica ya había sido acondicionada para acoger un Museo de Ciencias, vuelve a rehabilitarse para convertirse en un centro de producción artística contemporánea. Siendo su objetivo competir con el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) y hacer de Ceutí una referencia internacional.
En la estrategia de intervención se plantearon tres cuestiones fundamentales: actuar de forma mínima a favor de la economía de medios y tiempo, conservar la forma generada de la antigua fábrica y la conversión de los patios en nuevos espacios de arte.
Se decidió mantener en pie todas las edificaciones posibles, además de respetar sus patios y volúmenes originales por razones de ahorro y respeto a la memoria colectiva. El proyecto de adecuación se basó en los conceptos de “sostenibilidad” y “silencio”. Referencias para un espacio para el Arte y la Cultura donde se pretende un ambiente neutro para que no sea el edifico lo que destaque sino las obras expuestas.
Este proyecto de rehabilitación ha permitido la creación de cuatro salas de exposiciones de grandes dimensiones, diferentes entre sí, con un carácter propio cada una de ellas, y que suman un total de 4800 m2 de superficie expositiva. El acceso principal a los patios se produce por la fachada norte. Cada zona de exposición está señalada con un número, tanto en la planimetría como en el mismo proyecto, de forma que la relación que se produce entre los espacios es desde el exterior principalmente, aunque existen conexiones interiores entre las naves.
El programa e intenciones del proyecto son la reactivación del edificio y la repercusión en el contexto urbano.
La Conservera es un centro de exposiciones temporales que debe su nombre al antiguo uso del edificio como fábrica de conservas. Aunque previamente la antigua fábrica ya había sido acondicionada para acoger un Museo de Ciencias, vuelve a rehabilitarse para convertirse en un centro de producción artística contemporánea. Siendo su objetivo competir con el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) y hacer de Ceutí una referencia internacional.
En la estrategia de intervención se plantearon tres cuestiones fundamentales: actuar de forma mínima a favor de la economía de medios y tiempo, conservar la forma generada de la antigua fábrica y la conversión de los patios en nuevos espacios de arte.
Se decidió mantener en pie todas las edificaciones posibles, además de respetar sus patios y volúmenes originales por razones de ahorro y respeto a la memoria colectiva. El proyecto de adecuación se basó en los conceptos de “sostenibilidad” y “silencio”. Referencias para un espacio para el Arte y la Cultura donde se pretende un ambiente neutro para que no sea el edifico lo que destaque sino las obras expuestas.
Este proyecto de rehabilitación ha permitido la creación de cuatro salas de exposiciones de grandes dimensiones, diferentes entre sí, con un carácter propio cada una de ellas, y que suman un total de 4800 m2 de superficie expositiva. El acceso principal a los patios se produce por la fachada norte. Cada zona de exposición está señalada con un número, tanto en la planimetría como en el mismo proyecto, de forma que la relación que se produce entre los espacios es desde el exterior principalmente, aunque existen conexiones interiores entre las naves.
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¿El
proyecto hace del uso poética?
Esta intervención se empieza a plantear en 2004 cuando la crisis económica todavía no ha llegado y por lo tanto la necesidad de la sostenibilidad es una necesidad que todavía no está en el ambiente y tiene más que ver con la identidad de la ciudad y con mantener la memoria, recuperarla y trabajar con unos criterios más vinculados con lo local.
En un momento dado todo el paisaje industrial murciano está vinculado a
la conserva y se reconoce que las chimeneas forman parte del paisaje y, por lo
tanto, de manera general se protegen. Para los arquitectos, “la pervivencia de estos elementos
formalmente tal claros nos permitió entender el proyecto como una especie de
amalgama de formas diferentes que se juntan manteniendo cada una su
independencia”.
“También nos daba el pretexto del
cambio de escala al utilizar las grandes cuatro chimeneas dos de dentro y dos
de fuera, ese salto de escala que la propuesta de un alcalde y luego de un
consejero, convirtiéndolo, como de hecho fue, en un edificio citado en revistas
como Monocle y en el New York Times y que llego en un ranking a situarse en el segundo espacio en actividad
artística a nivel español. Nosotros ya aventurábamos que se iba a dar un salto
cualitativo en la escala y las chimeneas nos ayudaban a explicar ese salto”.
También utilizan los conceptos de silencio y la entropía:
Todo silencio está hecho de palabras que no se han dicho... (M. Yourcenar).
“La propuesta mantiene los volúmenes y
patios como se encontraron. Es un proyecto deliberadamente silencioso, sin
mensajes ni información añadidos en las formas.
Los procesos reales son
irreversibles y en ellos la Entropía del sistema siempre aumenta. Si la
entropía es una medida del desorden, en nuestro proyecto, habríamos recorrido
el camino inverso (más orden, menos entropía, menos información), en un proceso
imposible situando la obra en un punto de silencio”.
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